lunes, 7 de febrero de 2011

I recicle, do you?

Yo pierdo muchas cosas. Mi madre dice que por despistada. Olvido otras tantas por todas partes pero nunca tiro lo que me regalan. Jamás.
Lo hago por honor a esa persona que, se supone que pensando en mí, eligió ese objeto tal vez incluso diseñado a mi medida. En caso de que no me guste, no lo desecho ... Si creo que le pertenece a alguien, sin estrenarlo lo guardo y llegado el momento de mis manos volará a otras. Y por qué, no? tal vez seguirá su ciclo hasta posarse en las manos de esa persona especial en perfecta comunión con esa cosa.
Hace años, alguien que no recuerdo quién, me regaló un "vacía-bolsillos" de cuero. Descansa en mi escritorio mientras trabajo, y ya se ha hecho amigo del lado derecho de mi teclado. A veces coloco mis gafas, otras tantas el móvil. Las cosas que precisamente yo no conservo en los bolsillos.

Sobre él, algún empleado del servicio de limpieza este fin de semana colocó una llave. La desconozco, y ni uno ni otra me pertenecen. Sin embargo desde esta mañan los miro callada y no para de dar vueltas una idea en mi cabeza: ¿Y si fuera la de la felicidad?. La verdad es que no se me ocurre en qué cerradura probarla...

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